- Es de vital importancia considerar que durante el proceso de búsqueda de trabajo se debe tener una metodología clara, adecuadamente fundada y ciertamente diseñada para desplegarla en la práctica.
- Los pasos van desde conocer el contexto general, pasando por la autoevaluación, el denominado professional roadmap o mapa de ruta profesional, la oferta de valor del ejecutivo, una estrategia de comunicación para abordar las entrevistas, su red de contacto y la etapa de negociación o cierre.
Kurt Lewin decía que no hay nada más práctico que una buena teoría. La aproximación de hoy en día sigue ese mismo fundamento, que en definitiva para resolver los desafíos que presenta un proceso de búsqueda y reubicación laboral, se debe considerar tener una metodología clara, adecuadamente fundada y ciertamente diseñada para desplegarse en la práctica.
La academia de empleabilidad y liderazgo W-UP, fundada por la experta en el campo Carmen Luz Morales, definió los ocho pasos fundamentales de la empleabilidad con el fin de que los profesionales del país puedan encontrar el puesto de trabajo que realmente quieren y que cumple con todas sus expectativas. Cada uno de estos pasos viene con un propósito, que pueden abordarse individualmente, pero cuando se integran en una secuencia se potencia su impacto en la calidad y efectividad del proceso.
“Al momento de buscar un nuevo trabajo, en la mayoría de las ocasiones los profesionales toman decisiones apresuradamente. No hacen un análisis personal ni del entorno y simplemente comienzan enviando su curriculum a todos sus contactos y por la necesidad de tomar una oferta lo antes posible aceptan alternativas que no cumplen con sus expectativas”, señaló Carmen Luz Morales, fundadora de W-UP.
“Los 8 pasos de la empleabilidad que proponemos desde W-UP permite encontrar el mejor puesto de trabajo para cada profesional. Esta es una estrategia de búsqueda bien elaborada y con una metodología clara, la que permite plantear objetivos en un plazo determinado y, si se hace de buena manera, lo más probable es que ese objetivo se cumpla”, agregó Morales.
Estos son los 8 pasos:
- Inicio y contexto: Antes de iniciar la búsqueda es necesario ponerse en referencia al contexto, un entorno cuyos cambios incluyen redefiniciones de cómo entendemos el trabajo y la empleabilidad. Un espacio para entender los cambios culturales, la situación económica, los nuevos actores del mercado que disponen de diferentes alternativas de trabajo, entre otros aspectos. Lo práctico y efectivo, es desarrollar una mirada clara y consciente del entorno laboral y las industrias de referencia, construyendo un sólido punto de partida.
- Autoevaluación y opciones: El siguiente paso es mirarse a sí mismo. Definir la identidad profesional, que no es nuestra identidad como persona a secas, si no la identidad que desplegamos en el contexto del trabajo. Responder a la pregunta ¿cuál es el valor que entrego a mi empleador? Analizar nuestra identidad profesional o perfil nos permitirá más adelante definir nuestra oferta de valor e identificar de mejor manera las industrias y empresas en que tendremos mayor probabilidad de éxito.
- Professional Roadmap: En un mundo de cambio y transformación permanente, las opciones laborales ya no son sólo una o dos. La ruta del desarrollo profesional o professional roadmap puede desplegarse en diversos caminos, además de opciones que combinan posibilidades. Pero la oportunidad y sus opciones no bastan, ya que sin un plan para concretarlas serían sólo un sueño. Conocer el professional roadmap permite a los ejecutivos trazar sus objetivos laborales a largo plazo.
- Oferta de valor y objetivo: El puente entre nuestro perfil profesional y la posición que buscamos es nuestra oferta de valor. El desafío de este paso es definir con claridad nuestra oferta de valor y a partir de allí identificar las posiciones, empresas e industrias en las que esa oferta de valor tiene más sentido.
- Estrategia de comunicación: Sólo cuando tenemos claridad de nuestra oferta y mercado desplegamos nuestra estrategia de comunicación. En esta etapa el profesional define qué decir de sí mismo plasmando una comunicación estratégica en los canales de comunicación laboral como el Curriculum Vitae (CV), LinkedIn y entrevistas. Así los mensajes serán efectivos y cuando algún reclutador lea o escuche nuestro pitch podrá imaginarnos en la posición y cargo que hemos definido como objetivo. El poder desarrollar una Marca Personal es un desafío también asociado a esta etapa.
- Redes (Networking): Probablemente el Networking sea la actividad más relevante en los procesos de búsqueda y reubicación laboral de todo el proceso. Comprender y definir una adecuada estrategia de redes supone conocer la propia red y cómo expandirla, para que un porcentaje relevante de conversaciones se conviertan en la apertura de oportunidades o de expansión de la red.
- Entrevistas: Para todos es claro que las entrevistas son un momento crítico en el proceso para los postulantes. Pero si logramos comprender cómo son los procesos de selección y las entrevistas, cuál es el papel que podemos jugar en ellos y cómo se puede hacer una preparación adecuada, nos permitirá abordar de mejor manera e incrementar nuestras posibilidades de éxito.
- Negociación y cierre: Ya el final, el cierre del proceso. Para muchos el proceso concluiría al recibir una carta de oferta y enfrentar dos opciones: aceptar o declinar. Pero en un principio hay una tercera opción: negociar. Cuándo, qué y cómo negociar son aspectos clave de esta etapa y pueden resultar en la obtención de mejores condiciones en una nueva posición, más allá de la renta.
Más información en www.w-up.cl